Ella, con sus pestañas kilométricas y sus garras limaditas.
El, con su cresta engominada, sus alas acicaladas y su perfume favorito.
Se besan...
No lo supieron desde el primer momento en que se vieron; eso son tonterías del cine romántico. El amor llegó despacio, pero seguro, y se instaló para siempre.
Este no es ni mucho menos su primer beso. Llevan juntos doce años y no es que se sigan queriendo, es que cada día lo hacen más.
A ella lo que más le gusta es que él le rasque la espalda.
A él le encanta decirle tonterías para hacerla reir.
Ella no es perfecta ni mucho menos; él tampoco. Pero juntos podrían conquistar el mundo, si quisieran. Aunque son más de viajar (es lo que más les ilusiona) y de estar en casa retozando. No tienen grandes aspiraciones. No las necesitan.
Y son felices. MUY felices.